"Espíritu inmortal y ancestral, padre puro
de lo bello, lo grandioso y lo verdadero,
desciende, revélate y brilla
en la gloria de tu propia tierra y cielo.
En carrera, en lucha y en lanzamiento de peso,
brilla el calor de la noble competición,
corona la juventud con la rama imperecedera,
y haz sus cuerpos fuertes y dignos.
Valles, montañas y mares brillan contigo
como un gran templo blanco y púrpura
y que a este templo venga como peregrino,
el inmortal y ancestral espíritu,
de todas las gentes de la tierra."
Qué mejor comienzo que el himno oficial del Cómite Olímpico Internacional para explicar lo acontecido el pasado fin de semana en la O.J.E. de Cieza...
Desde hace ya algunas semanas se avisó a todos los afiliados que la primera acampada del curso iba a girar en torno a los conocidos Juegos Olímpicos, y aunque nadie esperaba este éxito podemos decir que se ha realizado un trabajo espectacular por parte de toda la organización que ha desembocado en lo que tenía que resultar: una actividad impresionante.
Todo comenzó el sábado 26 a las 9 de la mañana, convocándose a todos los afiliados de la organización en la Plaza de las Cortes para coger el autobús rumbo a Calasparra, en concreto, al albergue "Las Lomas".
Flechas, Arqueros, Cadetes e incluso los mandos teníamos muchísimas ganas de empezar con esta actividad que durante tanto tiempo llevábamos preparando. Para algunos de los más pequeños, los flechas, era su primera acampada, al igual que para algunos arqueros y cadetes, y como me dijo un viejo amigo: "la emoción y los nervios de la primera acampada nunca se olvidan", ellos estaban como todos nosotros lo estuvimos nuestra primera acampada, impacientes y deseando empezar a conocer lo que era eso de las acampadas.
Sin tardar, en cuanto llegamos al albergue tomamos energía tomando un buen almuerzo y bebiendo bastante agua, porque he de decir que el calor no dio tregua en esta acampada.
En cuanto terminamos de desayunar comenzaron los J.J.O.O.
No comenzaron directamente las pruebas deportivas, pues debíamos empezar como la ocasión merecía, con la apertura oficial de los I Juegos Olímpicos de la O.J.E. de Cieza.
Los chavales estaban repartidos por países, entre los que se encontraban Indonesia, Japón, Sudáfrica, Brasil, E.E.U.U. y como no la ciudad originaria de los Juegos Olímpicos: Grecia. Cada uno de los participantes llevaba banderitas para animar a su país y un distintivo con el dibujo de su bandera, para poder ser diferenciados unos de otros.
En el "Estadio Olímpico", creado por los mandos, se encontraban las banderas de cada país junto con la bandera de nuestra organización y cuando sonaba el himno de cada país debían entrar y colocarse en una fila.
Tras la inauguración empezaron a desarrollarse las pruebas.
Los grupos en los que se competía no sería ahora por países ya que estaban todos los círculos mezclados y no existiría la igualdad de condiciones al estar los más pequeños con los más mayores, así que se dividieron por círculos aunque seguían compitiendo para su país.
Por la mañana se desarrollaron tres pruebas: Velocidad, Salto de longitud y Lanzamiento de peso.
En cada prueba había tres ganadores de cada círculo, evidentemente aquellos que hubieran marcado la diferencia ante el resto de deportistas. Los ganadores eran obsequiados con medallas, y de esta manera iban sumando puntos para la puntuación final por países.
Tras esta intensa mañana de deportes paramos para comer y llenarnos de nuevo de energía para continuar por la tarde.
Carrera de obstáculos, Equilibrio y Puntería, estas tres fueron las pruebas que se desarrollaron por la tarde.
Aunque la competitividad no cesaba y las ganas de ganar iban en aumento he de decir que los chavales jugaban muy limpio en cada una de las pruebas, pues detrás de todos estos deportes siempre está la amistad y el compañerismo, dos valores que en todo momento estuvieron presentes.
Cuando todas las pruebas finalizaron y las medallas ya estaban entregadas los deportistas se asearon así como sus mandos.
Enorme era la fila para entrar al comedor donde nos esperaba una maravillosa cena que se encargó de hacer nuestro particular equipo de cocina. Una buena sopa y una hamburguesa con patatas, todos teníamos mucha hambre por lo que no tardamos demasiado tiempo en cenar.
Para que el espíritu O.J.E. continuará con nosotros se realizó nuestro conocido "fuego de campamento", donde flechas, arqueros, cadetes y los mandos pudieron demostrar lo que mejor sabían hacer.
Rápidamente se nos hicieron las doce de la noche así que se ordenó silencio, pues el descanso era una parte fundamental para que se recuperan fuerzas y echar el resto el domingo por la mañana.
A las 9:00 de la mañana despertamos a los chavales y sin tardar nos dirigimos al comedor para coger fuerzas de nuevo.
Seguidamente se recogieron las habitaciones y comenzaron las pruebas grupales.
Estas pruebas consistían: una en el conocido juego "Tira y afloja", donde debían estirar de una cuerda y arrastrar al equipo contrario rebasando la mitad del territorio, en esta prueba hubo realmente una especial competitividad; y la otra era una carrera de relevos, que trataba de recorrer una distancia determinada y seguidamente pasar el testigo a un compañero para que empezara de nuevo.
Los dos países ganadores de estas pruebas fueron Japón y Brasil respectivamente, y se les obsequió con una copa.
Todo lo que empieza ha de acabar, por ello tras realizar estas pruebas grupales se llevó a cabo el acto de clausura donde se nombró al ganador absoluto: Japón; y se le entregó su merecida copa.
Aunque éste fuera el ganador por el gran número de medallas obtenidas en todas las pruebas, hay que decir que todos los países habían conseguido un gran número de medallas, pero siempre tiene que haber un ganador. Todo el campamento estaba hambriento y nuestro equipo de cocina ya había hecho la comida, asi que todos cantando entramos al comedor y disfrutamos la deliciosa comida que nos había sido preparada.
Tras la comida hicimos una batida para dejar todo mejor de lo que nos lo habíamos encontrado, aunque hemos de decir que nuestros afiliados no estropearon para nada el terreno.
Mochilas en los hombros, pusimos rumbo al Santuario de la Virgen de la Esperanza donde estaba esperándonos el autobús que nos traería a Cieza de nuevo.
Esta ha sido una de las mejores actividades que la O.J.E. de Cieza ha organizado y desarrollado, que no sería posible gracias al continúo trabajo de los mandos, los dirigentes y una gran cantidad de personas.
Por último, dar las gracias a Diego Ríos, por haber estado continuamente ayudando; a Sergio Haro(Yenyo) y Javi por habernos acompañado una acampada más, a los mandos de flechas, los de arqueros y los de cadetes; y gracias a Pedro Ríos por confiar una vez más en el trabajo de todos. Además darle las gracias y la enhorabuena al equipo de cocina que estuvo perfecto en todo momento.
Una vez más todos los afiliados de la O.J.E. han podido disfrutar como enanos, aprender de una forma divertida, comprender valores como la deportividad, el compañerismo o algo tan grande como la amistad.
"Citius, Altius, Fortius"
Pedro Piñera
V.Q.S.
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