.:: O.J.E - CIEZA::.: Acampada de Invierno

Todavía no había amanecido, eran las 5:30 de la mañana y un grupo de jóvenes de la OJE se reunía en la plaza de las Cortes para emprender rumbo a una nueva aventura, al gran viaje de invierno típico de nuestro Hogar del Guía de la OJE de Cieza.

Durante unas cuantas horas de autobús y una parada, para descansar y llevarnos un bocado a la boca, llegamos a la capital. Madrid nos daba la bienvenida con un tiempo buenísimo y el esplendor de sus edificios y monumentos. Salvador Parejo, un compañero de la OJE de Madrid, nos recibió en la entrada del Museo del Prado para atravesar el parque del Retiro y poder mostrar a nuestros chavales la Sede Nacional de la OJE y el Hogar Retiro Vallecas.

Todos atendimos a la amena explicación que Salvador nos ofreció en ambos locales y, tras conocer un poco más sobre nuestros compañeros de Madrid, nos dirigimos a un parque donde jugamos, nos relajamos y, finalmente, comimos y nos preparamos para partir hacia el albergue donde pasaríamos la noche y seguiríamos disfrutando de más actividades.

Mangirón era el pueblo donde se encontraba nuestro albergue, en la sierra norte de Madrid. Allí llegamos alrededor de las 5 de la tarde y, sin tardar, repartimos las habitaciones y dejamos los equipajes para poder comenzar con la actividad deportiva que teníamos preparada. Hasta las 19:00 hicimos un campeonato de mate, donde, además de practicar un deporte colectivo, nos reímos y fuimos sumando anécdotas para contar.

Posteriormente, nos aseamos para sentarnos a cenar y saborear una rica sopa y unas croquetas crujientes, necesitábamos energía para la actividad nocturna que se avecinaba: Jabalíes, perros y cazadores, un juego en el que colaborábamos los unos con los otros por equipos para alcanzar la victoria, fue realmente divertido y terminamos agotados, tan agotados que a las 00:00 cada uno se fue a su saco a descansar para estar nuevos al día siguiente.

8:30 de la mañana, el sol radiaba calor y todos nos levantábamos para empezar con un día que acabaría con muchas anécdotas. Después de unos cuantos bostezos y un buen desayuno, recogimos todo nuestro equipaje para que estuviera listo cuando volviéramos a casa.

Una vez preparadas las mochilas, nos dividimos en equipos y realizamos la pista de rastreo que nuestros especialistas de aire libre habían preparado para todos. Había varias pistas por el pueblo y por el albergue, pero hemos de reconocer, que nuestros chicos son muy listos y superaron todas las pruebas muy rápido. Después, echamos unas partidas al juego del pañuelo y al pichi para cerrar las actividades de este intenso fin de semana.

Finalmente, comimos unos deliciosos macarrones y carne con patatas, descansamos durante un rato y partimos hacia Cieza, donde llegamos alrededor de las 20:30.

Todos los viajes dejan diferentes sabores en nuestra mente, diferentes colores en nuestros ojos, diferentes sonidos en nuestros estómagos y, siempre, llenan la mochila de anécdotas, de recuerdos que vuelven a provocar grandes carcajadas con el paso del tiempo, de recuerdos que alimentan nuestra aventura y de locuras que alimentan nuestra vida.

¡Hasta pronto!

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