El
comienzo de la actividad tenía lugar en el Hogar del Guía de la Oje de Cieza a
las 19.30H. Era una oportunidad única para que los círculos unieran lazos, se
relacionaran e interaccionaran entre sí; un momento proclive para que Flechas,
Arqueros, y Cadetes se conocieran un poco mejor entre ellos, pues todos eran
partícipes de dicha travesía. Las caras de unos flechas poco experimentados e
ilusionados por dar sus primeros pasos en Oje, contrastaba con la tranquilidad
del arquero o la sabia experiencia del cadete.
Momento
de sacar nuestro espíritu más aventurero, de establecer relaciones amigables
con nuestro compañero de fatigas, de cantar, reír, disfrutar, reflexionar y
proponernos nuevas metas, momento de soñar despiertos bajo las estrellas que
nos acompañaban en el camino.
Casi
sin darnos cuenta, llegamos al Santuario a las 21.30H, lugar en el que
decidimos cenar y reponer fuerzas. Tras el descanso retomamos la actividad con
algunas dinámicas y juegos recreativos para amenizar la velada.
Algo
ya cansados, tan solo quedaba continuar por la ruta del moro colina abajo, para
después de unos pocos kilómetros llegar de nuevo a Cieza, donde el “puente
Nuevo” fue el escenario elegido para enmarcar la actividad de forma grupal,
siendo testigo de ello el Rio Segura a nuestras espaldas.
La
distribución fue la siguiente: Arqueros en la planta de arriba, flechas en la
del medio y mandos en la principal. 12.30 SHH. Hora de dormir y despedir la
jornada.
A la
mañana siguiente, con diana a las 8.30H, (para algunos a las 7.30H), procedimos
a recoger todos nuestros enseres y dejar listas y ordenadas las distintas
salas. Tras el desayuno llegó el momento de la despedida, citando a Flechas y
Arqueros para las actividades del próximo sábado día 22.
“La utopía está en el horizonte. Camino
dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces, para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Vocalía de Información y Difusión
Hogar del Guía
Vale Quien Sirve
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