Hace ya tres días que la
OJE se propuso conmemorar la muerte de Miguel de Cervantes, ese autor
que no ha pasado desapercibido en 400 años y que su obra y su saber
sigue vivo todavía. Desde los más pequeños a los más grandes, en
nuestro Hogar, supieron meterse en la piel de Don Quijote. Serían
las 9:00 de la mañana cuando los más madrugadores llegaban a
nuestras puertas sin saber muy bien qué les esperaba.
Cuando estuvimos todos
–flechas, arquero y cadetes- en el Hogar, con nuestras mochilas
cargadas y nuestras caras de sueño nos aventuramos en la hazaña
mañanera que nos esperaba. Nos desplazábamos a la Ermita de San
Bartolomé, y subimos hasta el conjuratorio, y disfrutando de unas
vistas emblemáticas de Cieza procedimos a leer el capítulo que nos
tocaba.
Una vez que conocimos un
poco más a Don Quijote, y con la energía al 100%, después de
nuestro almuerzo, dimos paso a la segunda parte de la actividad.
Nuestros chicos llevaron a la actualidad el trozo que nos tocó leer,
y todos en la plaza comenzaron a emular lo que hacía Don Quijote en
ese fragmento. Después de batallar con las injusticias que allí se
daban, hicimos uno o dos juegos y pronto volvimos a casa.
Volvíamos
al Hogar a las 12:00 e informando a los más pequeños de que el
sábado siguiente se descansaba, dábamos por acabada la actividad y
nos íbamos a casa en busca de mil y una hazañas más.
“Cambiar el mundo
amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia”
Vocalía de Información y Difusión
O.J.E Cieza - Hogar del Guía
Vale Quien Sirve
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