Como bien indica el título de esta
memoria, el sábado 31 de enero realizamos una ruta diferente, bastante especial
para el Círculo de Cadetes, ya que en ella dejamos reflejada miles de
sentimientos.
A las ocho de la tarde nos encontrábamos
en el hogar preparados con nuestro jersey y ropa de abrigo ya que este día
hacía mucho frio y hay que ir bien preparados.
Antes de comenzar con esta andadura, una
servidora, (Mireya), explico al resto de Cadetes en qué consistía esta actividad,
ya que estos tan solo conocían la parte en la que tenían que expresar sus
sentimientos a través de la música, escritos, textos, frases o cualquier modo
que ello creyeran convenientes, así que tras asignar un lugar de los escogidos
anteriormente a cada cadete y mando para que en ese sitio en concreto nos
mostrara lo que habían preparado, comenzamos con nuestra Ruta Diferente.
El primer lugar de la ruta, no podría
ser otro que el patio del Hogar del Guía, donde empiezan casi todas nuestras
aventuras. En éste, Jesús Valero, dio comienzo con la mística con una melodía
de fondo con la que cerrando los ojos nos hizo volver a la niñez complementado
con un texto que nos leyó.
Ya salimos del Hogar, guiados por un
pequeño lucero que nos indicaba el camino a seguir. Francisco Martínez, que en
la fuente Nazari, que
se encuentra cerca del Almacén de los Santos, nos mostró como se sentía dentro
de OJE con un texto que el mismo escribió y que a muchos se les saltaron las
lágrimas.
Seguimos andando y llegamos a la iglesia
de la Asunción, allí le tocaba a nuestro mando Luis Marín,que nos habló con el
corazón y nos hizo ver lo especial que era para él la Semana Santa de Cieza,
con unas bonitas palabras acompañado de la música de Adagio de Albinoni.
Al terminar nos dirigimos hacia el
balcón del muro, en el cual Ismael Rubio leyó una carta de su trayectoria en
OJE, desde su inicio hasta su encuentro con el Circulo de Cadetes actual, por
el cual se vio arropado y que ahora le encanta pertenecer a este y a la OJE de
Cieza.
No muy lejos de allí, exactamente en la
Ermita de San Bartolomé, era el turno de nuestra jefa de círculo, Estela
Sánchez (nuestra Totus). Como de costumbre, ella no busco algo sencillo para
este momento, si no que nos expresó con una carta sus sentimientos hacía el
círculo, con la que nos emocionó a más de uno con cada palabra que nos iba
dedicando, terminando con la frase “Adelante por los sueños que nos quedan…” sonando
tras ésta, esa gran canción que nos llega tan adentro a muchos de nosotros.
Bajamos hacia el puente de hierro y Moisés
Contreras nos reprodujo una canción de su grupo preferido “Fito y Fitipaldis”,
aclarándonos que quería volver a ser el que era antes.
Cruzamos el puente de Hierro, y ya,
alumbrándonos con los dos faroles que llevábamos, uno la guía y otro la
siguiente persona a la que le tocaba, caminamos hasta el Molino de Teodoro. Allí
Pablo García hablo de que acababa de entrar en la OJE y que no había necesitado
mucho tiempo para darse cuenta de que éramos un buen grupo, en el que estábamos
muy unidos y del cual se sentía orgulloso de pertenecer, hablando del
compañerismo que en este hay.
Seguimos el camino por el paseo Ribereño y llegamos hasta el puente de Alambre donde tras cruzarlo, Jorge Carretero nos hizo pensar en lo que era realmente los sentimientos y lo difícil que es la vida, también nos deleitó con la canción de Dani Martín “16 añitos” dedicada a todos los cadetes que este año cumplían esa edad.
Llegamos a los Ejidos, introduciéndonos
nuevamente en el poblado de Cieza, donde Mireya Herrera puso un video muy
emotivo titulado “Myshoes”, un video que a ella le emociono bastante al verlo
por primera vez, éste nos hizo ver de que no somos los únicos que tenemos
problemas, por lo que debemosagradecer ser las personas que somos y tener cerca
a nuestros amigos y familiares, valorando lo que tenemos, porque “no sabemos lo
que tenemos hasta que lo perdemos.
Unos pasos más adelante, en la Esquina
del Convento, nuestra compañera Irene Salmerón puso una canción con la que se
sentía muy identificada de su grupo preferido “Maldita Nerea”.
Tras un buen rato andando llegamos a la
Plaza de Toros, allí Manuel Villa leyó una carta demostrando como se siente en
estos momentos, acompañado de un audio que nos hizo reflexionar sobre la amistad
y los verdaderos amigos.
Subimos por la Avenida Juan XXIII hasta
llegar a la entrada del Príncipe de Asturias. Era el turno de Manuel Sánchez, el
que nos dijo que aunque hasta ahora no había asistido mucho a las actividades a
partir de ahora si lo haría introduciéndose más en el Círculo de Cadetes.
Caminamos hasta el parque del Lobo, era
el momento de Pablo Balsalobre, en el que nos dijo que se sentía como un “pececillo
en el agua” y que a pesar de no lleva mucho tiempo perteneciendo a la OJE se
siente muy cómodo dentro del grupo a pesar de nuestros mas y nuestros menos,
sintiéndose con ganas de disfrutar y de darlo todo con el Círculo.
Ya quedaba poco para terminar esta ruta,
y nuestro siguiente punto es la Ermita del Santo Cristo, allí Marta Marín puso
la canción de “Mírame” de Funambulista, compartiendo con nosotros una de sus
canciones favoritas de este grupo.
Al escucharla nos dirigimos hacia el
parque “Tíjola” donde Emma Piñera, aunque no pudo leerlo porque estaba muy
emocionada, había preparado un texto que pertenecía a uno de sus libros
preferidos, así que Totus lo leyó por ella. El texto decía que no había que
llorar por cualquier cosa, que hay que ser fuertes y no creerse superior a los demás.
Seguimos caminando, y en la Plaza de
España, Jose Joaquín Pay, nos mostró como se había sentido desde que entró a la
OJE escribiendo una bonita carta.
Solo nos quedaba un punto al que
dirigirnos, y este fue en el Paseo, donde Adrian Marín nos hablo de que se
siente muy agusto con nosotros, con confianza y sintiéndose muy orgulloso de
pertenecer a OJE ya que ha podido conocer a personas que le han sabido abrir un
hueco en su corazón.
Para terminar con la ruta, como hemos
indicado al comienzo de la memoria, no hay mejor sitio que finalizar en la OJE,
en el Hogar del Guía, en nuestra sala de Cadetes, en nuestro rinconcito de esta
gran casa. El honor de ser la última y cerrar esta mística, lo tuvo Lydia Rubio,
que eligió una frase, “Lo importante no es el problema, si no como afrontarlo”
y explicó el significado que tenía para ella con grandes palabras.
De esta manera dimos fin a una Ruta
Diferente, en la que además de caminar, pudimos expresarnos libremente de lo
que sentíamos, haciendo ver a nuestros compañeros lo que llevamos dentro,
llegando a emocionarnos en muchas de las ocasiones.
Solo queda destacar una nueva norma que
tenemos en el Círculo, y es que a partir de hoy en cada actividad y reunión
tendremos que darnos entre nosotros, mínimo cinco abrazos al comienzo y al
finalizar las actividades, ya que creemos que “los abrazos son la clave de la
felicidad”
Y no lo olvides: “Lanza tu colores para
que otros pinten tus días”.
Vale Quien Sirve
Vocalía de Información y Difusión
Hogar del Guía - O.J.E Cieza
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