Ahí estuvimos esperando a
que llegaran todos los arqueros.
En la actividad anterior
se avisaron a todos que trajeran almuerzo y ropa de deporte porque
íbamos a ir a la Escuela KIA (CHEO).
A las 9:45 los pusimos a
todos en fila con la mochila a la espalda y nos dirigimos hacia el
gimnasio.
Una vez en el gimnasio
dejamos las mochilas en una esquina junto a los abrigos y nos
sentamos a la espera de ver lo que hacíamos.
Dio la casualidad de que
coincidimos con los grupos de críos que hacían karate y tenían
entrenamiento, nuestro pensamiento fue que nos iban a enseñar karate
o a ver como ellos lo hacían pero no.
Juan, que era el
entrenador, nos ordenó que nos pusiéramos en filas detrás de ellos
y empezamos el entrenamiento con ellos.
Hicimos equilibrio,
ejercicios para la espalda e incluso un poco de flexibilidad, donde
sin dudarlo los monitores también participaron.
Después Juan cogió a
unos voluntarios para enseñarnos como el los entrenaba uno a uno.
Después de una hora y
media de entrenamiento nos invitaron a castañas.
Una vez acabamos les dimos
gracias a Juan y a los demás críos presentes no solo por las
castañas si no por la clase que nos dieron y abrirnos otro año más
las puertas de su gimnasio.
Todos cansados nos
dirigimos hacia el parque Príncipe de Asturias donde nos tomamos el
almuerzo y hacia las 12:00 nos dirigimos hacia la sede con alegría
y cantando canciones.
V.Q.S
Lucia Valero
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