El pasado fin de semana la sala
multiusos del Hogar del Guía se inundó de arqueros sentados en círculo,
rodeando el gran tablero de este juego que habíamos preparados para ellos: OJE
& Co., un juego de los más divertido, con pruebas arriesgadas, preguntas
dudosas, coincidencias dispares, dibujos retorcidos, sonidos sordos, entre
otras muchas cosas.
Todos hemos jugado en alguna
ocasión al conocidísimo Party & Co. y pensamos que nuestros arqueros
seguramente también lo habrían hecho, por ello, decidimos cambiar las pruebas
del mismo y hacerlo nuestro, un party
diferente, casero y dónde los chavales pudieran disfrutar un sábado más, al
máximo.
Como ya he mencionado antes,
teníamos diferentes tarjetas de pruebas, agrupadas en cinco categorías clave:
Dibujar, cuyo color era el naranja; Mímica y Sonidos, se correspondía con el
amarillo; ¿Me conoces?, representada por el azul; Taboo, el quesito rojo; y Preguntas aleatorias, el
verde fue el elegido para esta última categoría. En cada una de ellas debían
acertar la respuesta correcta, aunque en el siguiente párrafo lo explicaré en
detalle.
En la categoría Dibujar debían dibujar la palabra que se
les daba en la tarjeta, si el grupo acertaba, seguía moviendo ficha, si
fallaba, saltaba el turno al siguiente grupo; esta regla es idéntica para todas
las categorías y grupos que participaron. La siguiente categoría Mímica y Sonidos, unas veces les tocaba
representar un objeto o un estado sin hacer ningún tipo de sonido y, por el
contrario, otras veces debían tararear, cantar o representar la palabra
indicada mediante cualquier tipo de sonido, eso sí, sin hacer ningún gesto.
Pasamos a una de las pruebas más divertidas: ¿Me conoces?. En esta se les daba una palabra que hacía referencia
a una tipología general como «una marca de teléfono» o varias palabras como «Bezoya,
Aquabona, Lanjarón» y, en ambas ocasiones, debían coincidir en la palabra dos
miembros del grupo, sin saber lo que el otro iba a contestar. Continuamos con
la cuarta categoría, Taboo, en la que
tenían que definir una palabra sin mencionar otras cuatro que se le daban en la
misma tarjeta y que el equipo acertara qué palabra era. Por último, Preguntas aleatorias, dónde se les pedía
que contestaran a preguntas de la O.J.E. o de cultura general, deletrear esternocleidomastoideo o, incluso, mencionar
palabras en varios idiomas.
Además de todas estas pruebas, en
el tablero había casillas con un ? y cuando la ficha caía ahí debían superar
una prueba en 15 segundos, como cantar una canción o hacer una torre humana. También
estaba la casilla de la suerte con la que podías desplazarte hacía una casilla
de quesito, pues como todos sabemos
para ganar la partida es necesario conseguir los cinco quesitos de colores, cuyas casillas contenían una cruz de la O.J.E.
para distinguirlas de las demás.
La tarde se pasó rapidísima, no
nos dio tiempo ni a descansar cinco minutos, pero todos lo pasamos como enanos,
entre pruebas, amigos, un tablero y un dado de gomaeva que resistió los golpes
contra el suelo.
El viaje a la nieve se va
acercando, hay que prepararlo todo para que no se nos olvide nada, pero sabemos
que lo más importante lo tenemos: los arqueros, los amigos, la ilusión y las
ganas de seguir al pie del cañón.
Termino esta memoria con la letra
de una canción de Rozalén que creo que refleja uno de nuestros principales
lemas, la canción se llama Saltan chispas
y ahí va:
«¡Qué salgan arrugas
en las comisuras de tanto reír!»
Vocalía de Información
y Difusión
V.Q.S.
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